En filosofía política, ciencia política y sociología, el
contrato social es un acuerdo real o hipotético realizado en el interior de un
grupo por sus miembros, como por ejemplo el que se adquiere en un Estado en
relación a los derechos y deberes del estado y de sus ciudadanos. Se parte de
la idea de que todos los miembros del grupo están de acuerdo por voluntad
propia con el contrato social, en virtud de lo cual admiten la existencia de
una autoridad, de unas normas morales y leyes, a las que se someten. El pacto
social es una hipótesis explicativa de la autoridad política y del orden
social.
El contrato social, como teoría política, explica, entre
otras cosas, el origen y propósito del Estado y de los derechos humanos. La
esencia de la teoría (cuya formulación más conocida es la propuesta por
Jean-Jacques Rousseau) es la siguiente: Para vivir en sociedad, los seres
humanos acuerdan un contrato social implícito, que les otorga ciertos derechos
a cambio de abandonar la libertad de la que dispondrían en estado de
naturaleza. Siendo así, los derechos y deberes de los individuos las cláusulas
del contrato social, y el estado la entidad creada para hacer cumplir con el
contrato. Del mismo modo, los hombres pueden cambiar los términos del contrato
si así lo desean; los derechos y deberes no son inmutables o naturales. Por
otro lado, un mayor número de derechos implica mayores deberes; y menos
derechos, menos deberes (aunque no siempre; por ejemplo, las mujeres en algunos
países del Islam sólo tienen deberes y apenas derechos).
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